
Se transmite principalmente por contacto con las heces o la orina de insectos infectados (vinchucas o chinches). Por eso el método más útil para prevenirla es controlar este vector.
Sin embargo, puede transmitirse también vía oral (por alimentos contaminados), por sangre y por transmisión congénita de madre a hijo.
Tratarla a tiempo puede curar la enfermedad, puede frenarla en una fase crónica e impedir la transmisión madre/hijo.
De las casi 7 millones de personas con Chagas en el mundo, la mayoría están en América Latina y 20% en la República Argentina.
¡Hagamos visible el Chagas!

Foto: Elmer Martinez/AFP